De la simpatía a la antipatía. La actitud oficial ante la inmigración, 1908-1990

Autor(es): Mónica Palma Mora

Resumen: Una idea arraigada en las elites políticas mexicanas del siglo xix fue que el país contaba con un vasto territorio sin poblar e inmensos recursos naturales sin explotar. Con el fin de incorporar esas tierras y recursos a la producción y emprender el desarrollo económico de la nación, los diversos gobiernos que se sucedieron en el poder postularon —acorde con el pensamiento demográfico prevaleciente en ese tiempo, según el cual, una población abundante reflejaba la fortaleza de una nación—, la necesidad de fomentar el crecimiento natural de la población y la colonización del territorio, principalmente con extranjeros. La pobreza económica que caracterizaba a la mayor parte de la población mexicana, el analfabetismo y la falta de calificación de la mano de obra nacional, predominantemente indígena, fueron los principales argumentos en los que se fundamentaron los dirigentes políticos de ese siglo para impulsar la colonización del país —que de acuerdo con George Berninger en ese entonces era sinónimo de poblamiento—, con extranjeros.

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