Autor(es): Alfredo Ruiz Islas
Resumen: Durante dilatados periodos, de manera generalizada, se tendió a pensar en la consecución de la independencia de la Nueva España, seguida del surgimiento del imperio mexicano y de la república, como un rompimiento abrupto con los modos y las prácticas presentes en la época virreinal. La finalización de los lazos que unían al territorio con la metrópoli española debía implicar, casi forzosamente, el término de una manera de ser y la inauguración instantánea de formas de vida asociadas a la libertad recién alcanzada, donde se materializaran las aspiraciones de quienes, de manera individual o corporativa, habían intervenido en el conflicto. No obstante, a través de los estudios surgidos en épocas recientes se ha podido comprobar, a la luz de las evidencias, que el tránsito de la Colonia a la Independencia presentó continuidades sociales, políticas y económicas imposibles de soslayar. La falta de personal calificado que formara cuadros nuevos para realizar labores, principalmente de tipo administrativo, evidenció la necesidad de recurrir a quienes habían servido en las dependencias del gobierno virreinal, lo cual generó una consecuencia de tipo dual.