Autor(es): Paul J. Vanderwood
Resumen: La propaganda oficial porfiriana lo dijo claramente: los hombres del cuerpo de la internacionalmente afamada fuerza policíaca rural de México nacieron siendo vaqueros en los ranchos ganaderos del norte del país, endurecidos por la penosa vida de la silla de montar, acostumbrados a escasas raciones de aliento y a dormir en el suelo rocoso de la sierra cubiertos solamente con un sarape.