Autor(es): Alicia Olivera Sedano
Resumen: Cuando se habla del “cierre de las iglesias” es común, y así se ha difundido aun en las escuelas de primera y segunda enseñanza, la versión de que fue el presidente de la República, Plutarco Elías Calles (1924-1928), el que dictó la orden de cerrarlas como medida de presión contra el clero para obligarlo a cumplir las leyes, arrebatándoselas para utilizarlas como cuarteles, bibliotecas o para donarlas a los practicantes de otros cultos. Sin embargo, el documento que ahora se presenta, donado a la autora de esta presentación por el arzobispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, cuando ella era auxiliar de investigación en el Departamento de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, que él frecuentaba; ahí se enteró de que me interesaba en el estudio del conflicto entre la Iglesia y el Estado (1926-1929), y un día me entregó el documento, diciéndome “mire, ese documento a mí no me sirve para nada, pero es posible que más adelante le sea útil para los estudios que está haciendo”. Este documento contradice definitivamente la versión citada anteriormente, demostrando que fue el alto clero, representado por los arzobispos que lo firman, quien convocó a los católicos a obedecer tal determinación. Sólo para enfatizar esta decisión del clero, se transcriben párrafos del documento mencionado.